Diseño Gráfico ¡No! Mejor Comunicación Visual para la gente

Diseño Gráfico ¡No! Mejor Comunicación Visual para la gente

La actividad del diseño gráfico permite ubicar la profesión dentro del campo de las comunicaciones. Es sumamente necesaria la creatividad para lograr convertir las ideas en estructuras visuales (signos o íconos) que transmitan mensajes eficaces. Muchas veces pienso de qué manera puedo influir en las desiciones de una persona por medio del tratamiento de alguna imagen que realizo.

Investigando un poco encontré textos de un diseñador argentino, Jorge Frascara (2000), quien relata que durante el período en el que la Bauhaus, escuela de artesanía, diseño, arquitectura, arte y fotografía, formó a los primeros diseñadores gráficos alrededor de los años 1919-1933; Se constituyó una única manera de ejercer la profesión, los mecanismos de creación fueron más bien rígidos y técnicos. Lo más importante para la escuela gráfica, era la estética de cada pieza visual, no se preocupaba tanto del público receptor de  mensajes, sino que se dirigía a quienes pudieran comprender y descifrar tales lenguajes.

Como resultado de estas concepciones, se observa que incluso en nuestros días, se encuentran diseñadores y corrientes que siguen por el camino de la estética. Existen creadores que se sienten “dioses” al resolver un problema visual y no se preocupan en lo absoluto por contribuir a un cambio de actitudes en la sociedad actual. Se percibe un cierto “ego” en quien posea la mejor y más original idea. Al respecto Juan Caros Darias, diseñador gráfico venezolano, afirma que:

Lamentablemente, pienso que somos parte de un sistema que ha insistido constantemente en formarnos para un «personalismo» mal orientado, que nos preparó para el «qué dirán» y cómo enfrentarlo, pero muy poco para escuchar y asimilar con atención la crítica y nada o casi nada para la sana autocrítica. No solo nos preocupa la opinión de los demás sobre nosotros mismos, sino que nos empeñamos en mantener —en lo personal— la idea de que somos, en un sentido prácticamente absoluto, únicos, especiales e infalibles en el entorno profesional.

En contraposición al perfil en el que ha sido creado el diseño gráfico, se encuentra una nueva corriente de diseñadores que ven necesario el trabajo de generar discursos visuales capaces de comprometerse con las realidades sociales por las que atraviesa el mundo de hoy. Frascara (2000),  retiene que el diseño es “una disciplina dedicada a la producción de comunicaciones visuales dirigidas a afectar el conocimiento, las actitudes y el comportamiento de la gente.” 

 Al respecto es importante generar en los diseñadores gráficos la destreza de elaborar mensajes visuales  impactantes en pro del bienestar social. Para lograr dicha sensibilidad es necesario que los diseñadores comiencen a preocuparse más por los verdaderos problemas sociales. Es necesario más concepto y menos técnica de la informática. Cada vez más, se debe procurar el conocimiento de otras disciplinas tales como la sociología, antropología, psicología y política social que permitan el conocimiento real y amplio de la vida actual.

Dentro de ese marco del diseño social, en el año 1963 fue escrito el manifiesto “Primero lo primero” que luego fue publicado en 1964 por Ken Garland, diseñador gráfico británico y posteriormente relanzado en el año 2000 por un grupo de veintidós diseñadores y comunicadores visuales. Dicho manifiesto se revela en contra del diseño desmedido y sin valores que hasta ese momento se concebía. En dicho manifiesto se puede leer:

… Se propone con tal manifiesto, un cambio de paradigma en la forma de realizar enunciados gráficos carentes de sensibilidad social, se da un vuelco a los conceptos que la academia ofrecía como teorías únicas. En el mundo actual no se necesitan más operarios del diseño que mecánicamente desarrollen propuestas gráficas vacías de contenido social sin reflexión alguna por el bien común. No se trata de ejercer únicamente el diseño por los beneficios lucrativos y la exaltación de egos por parte de creativos encargados del desarrollo de campañas exitosas. Es un llamado a reconocer la gran responsabilidad que se tiene en hacer ver al mundo entero las problemáticas por las que atraviesa la humanidad, aportando así soluciones reales que permitan la convivencia de individuos en el presente y asegurándolas para las generaciones futuras. 

A menudo pienso que el mundo necesita más diseñadores con espíritu reflexivo  y crítico que vayan más allá de la persuasión creativa y eficiente. Deberíamos tender siempre más, al resguardo de la integridad de las personas. Me queda claro que en la mayoría de los proyectos, la toma de decisiones no está en manos de los diseñadores, casi siempre depende de jefes o clientes, y aún así lo que pretendo es hacer una invitación a un estilo de comunicación visual diferente, con sentido y comprometido con las realidades que vivimos hoy en lo que va de este 2020.